Estas vidrieras en las que la luz se hace mágica, las realizamos solamente a partir de vidrios peculiares: los vidrios que se obtienen por soplado a boca, tal como lo hacían en la Edad Media, procedimiento éste, que les confiere esas irregularidades, burbujas, cuerdas, rayados y variaciones de espesor; son estas "imperfecciones" las que permiten hacer cantar la luz. Cada tipo de vidrio soplado a boca tiene su peculiar sello decorativo, mas todos ellos tienen en común la expresión de haber sido trabajados por la mano del hombre.