JÚBILO DE ARTISTA

 

Rafael García Tejero -cordobés- es un artista. Hace tiempo esta palabra hubiera bastado para definirlo todo, hoy requiere alguna explicación y ello habla también de nuestros pobres días...

 

 Excelente pintor y escultor ahora, GarcíaTejero puede trabajar con las manos al mismo tiempo que trabajó con la sensibilidad de la mente...  El arte -todo el arte- es para él resultado de la gozosa intensificación de la vida y a la par  (e inextricablemente) la muestra de su fracaso. Porque la vida nos excede, nos potencia, nos alza y a la vez se nos queda corta. En Rafael García Tejero hay bastante de espíritu bohemio y bastante también de espíritu leonardesco. Pues Leonardo (entre otras cosas) quiso reivindicar al artista, y al hacerlo tal, saber que era más que un artesano. Quizás un intelectual con las manos realmente útiles.

 

La pintura de García Tejero -y ahora también su plural escultura- responde a trasfondos clasicistas y esencialmente poéticos. Heredero y renovador de la tradición  simbolista, Rafael García Tejero pinta -o esculpe- con voluntad de poema, con voluntad de belleza siempre, y por ello y asimismo,  de drama. Porque la Belleza -  con mayúscula- es un drama esplendente. A García Tejero le cuadra el mundo que erigió la cordobesa revista Cántico. Las  bellezas lineales de Miguel del Moral y de Ginés Liébana... Tradición y modernidad unidas, abrazadas. Porque quien hoy las quisiera separar, en arte, viviría simplemente fuera del juego. Lo dicho. Rafael García Tejero (punto de confluencia de tradiciones y modernidades) es, sin más, un artista.

 

LUIS ANTONIO DE VILLENA

Madrid. Noviembre 2000